La criolipólisis es un procedimiento dermatológico no invasivo, cuyo objetivo es destruir las células grasas bajando su temperatura para que se descompongan y sean eliminadas, sin dañar el resto de las células de la piel. Las temperaturas utilizadas son por debajo de los cero grados. La criolipólisis funciona de forma progresiva. Los primeros cambios se pueden notar tres semanas después del tratamiento, a los dos meses ya se puede ver un cambio importante. Lo ideal es acudir a la consulta, una vez allí estudiaremos y diagnosticaremos qué zona se puede tratar con criolipólisis para obtener los mejores resultados.